El Instituto Milenio MIPP, en conjunto con la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales, impartieron a inicios de esta semana el Webinar internacional “Efectos macroeconómicos del Covid-19”, espacio donde participaron como expositores dos Investigadores del Instituto, Benjamín Villena y Elton Dusha.
En este webinar online y con más de 60 participantes, se desarrollaron cuatro breves charlas sobre las distintas perspectivas económicas referentes a las políticas públicas, para enfrentar los efectos del coronavirus.
La primera exposición fue la del economista y académico del Einaudi Institute for Economics and Finance en Roma, Facundo Piguillem, titulada “Políticas óptimas de cuarentena y testeo para COVID-19”. En su presentación, Piguillem esbozó las diferencias entre las estrategias de mitigación (disminución de velocidad de reproducción del virus) y supresión (cuarentena estricta), y de cómo cada una pondera los costos económicos y humanos.
Por otro lado, el economista propuso que testear aleatoriamente a la población podía ser una buena medida que, aunque requería de una primera inversión muy alta, en el largo plazo el precio sería menor que el de una recesión producto de una cuarentena total. Ese análisis fue compartido en la presentación siguiente, la del también economista Germán Cubas, académico de la University of Houston, quien señaló que el coste del lockdown estadounidense podría llegar a un trillón de dólares en menos de dos meses.
“Los economistas no somos epidemiólogos ni infectólogos, pero quizás podemos contribuir porque estudiamos políticas públicas, comportamientos como el contacto entre personas en ambientes dinámicos, estando acostumbrados al mapeo de modelos con datos”, indicó Cubas, agregando que existía un desafío de política pública en la implementación de test focalizados a grupos más expuestos.
Elton Dusha, Investigador del MIPP, fue el tercero en presentar. Su exposición abordó la heterogeneidad del costo de la cuarentena, señalando cuán esencial es la estructura económica de un país para determinar quién sufre o no con las medidas. “El costo de la economía también depende de lo que cueste transferir recursos a la gente que de verdad la está pasando mal. Depende del ingreso, de la estructura económica. Identificar a esas personas es muy importante, porque no todos pagamos lo mismo por el lockdown”, comentó.
Enseguida, Dusha procedió a explicar el concepto de “heterogeneidad del costo” a través de las variables “flexibilidad” e “intensidad social”. Señaló que existen profesiones que se pueden adaptar mejor a los requerimientos de una crisis, tanto porque no necesitan mayor contacto presencial ni asistencia a un lugar particular o porque también se pueden desempañar a través del uso de la tecnología. “Si el trabajo es de alta intensidad social, hay una bajada en la demanda de este tipo de trabajo, y si una economía es poco flexible en trabajos, también significa que la oferta de trabajo es baja”, agregó refiriéndose a la situación de Chile. Al respecto, el Investigador afirmó que la eficacia de la cuarentena dependía mucho del costo de la transferencia, y que en el país, ese costo era mayor, debido a que gran parte de su economía se basaba en trabajos de mucho contacto y poca flexibilidad.
El último en exponer fue el también Investigador del MIPP, Benjamín Villena, con una presentación titulada “Arcoíris de políticas actuales y un vistazo al día después del COVID-19”. En ella evaluó las medidas de restricción de movimiento implementadas en el mundo a través de datos entregados por la herramienta Google mobility report. “No es obvio que el mismo traje les queda bien a todos. No es obvio que las medidas que podamos decretar en Chile sean las ideales para otros países”, afirmó el Investigador comparando los resultados nacionales con Latinoamérica y el mundo.
Finalizando el webinar, el Investigador exploró casos anteriores de crisis sanitarias y económicas. Sobre las primeras, señaló que se verían impactos muy perdurables, hasta de cuarenta años, como la reducción de la rentabilidad de activos y aumento de salarios reales por escasez de trabajo o ahorro precautorio. Sobre las segundas, y tomando como ejemplo el caso de la gran recesión de 2008-2009, proyectó una reasignación del mercado laboral, pérdidas de productividad persistentes y quizás permanentes, y una acentuación de procesos de automatización y robotización, como lo que ya estaba ocurriendo con el teletrabajo.
Puedes revisar el Webinar completo aquí: