Los peligros del dogma y la exclusión

Nov 30, 2021 | Desigualdad, Género, Sistemas electorales

El 25 de noviembre se conmemoró el Día internacional por el fin de la violencia contra la mujer. Existen varios desafíos fundamentales pendientes en Chile en esta materia. En lo que va del año, han habido 35 femicidios y 144 femicidios frustrados en el país. Obviamente esto es solo la punta de un iceberg que esconde mucha más violencia intrafamiliar: entre enero y septiembre de 2021, hubo casi 76.000 denuncias por violencia contra la mujer. En un país como Chile, cifras así deberían avergonzar e impulsarnos a pensar en maneras de responder de forma urgente.

Cuando los líderes elegidos democráticamente emiten un mensaje excluyente y menospreciante hacia ciertos grupos, no son peligrosos sólo si estas amenazas son reales a los derechos de dichos grupos, sino por su intento de debilitar la legitimidad de la inclusión social de ellos. Cuando Johannes Kaiser, un diputado electo, cuestiona el derecho a sufragio de las mujeres lo hace consciente de los avances que han tenido las mujeres en la sociedad durante el último siglo hacia la igualdad, y en pos de cuestionar tales avances e intentar legitimar el cuestionamiento de sus derechos sociales. Es clave en estos momentos defender, como se ha hecho de forma transversal, la importancia de la igualdad a derecho a voto, que es un elemento central en cualquier país democrático en el mundo, y defender la importancia de avanzar en materia de derechos sociales para todos los individuos en la sociedad.

Hoy, hay muchos desafíos sociales donde la búsqueda de soluciones requiere la mayor cantidad de voces e ideas posibles. Limitar el rol que pueden jugar ciertas personas en la sociedad, es simplemente limitar la cantidad de ideas y creatividad humana que suma al desarrollo y avances para el país.

Si como sociedad, en vez de cuestionar el rol de la mujer y otros grupos históricamente excluidos de discusiones políticas, nos enfocamos en cómo incluir y cómo erradicar los problemas sociales más importantes, se podría avanzar de una forma mucho más rápida e innovadora.

En el tema de violencia, existen lecciones interesantes de otros contextos que podrían ofrecer ideas nuevas: por ejemplo, la línea Calma de Colombia que intenta apoyar a hombres y entregarles herramientas para evitar actos de violencia antes que ocurran, o la existencia de comisarías de policía atendidas por mujeres para fomentar la denuncia, que han sido efectivas en reducir femicidios en Brasil y otros contextos. Pero claramente el éxito de políticas actuales o nuevas depende del grado de apoyo que tengan de los líderes y del discurso que estos entregan.

En los gobernantes se busca individuos que emitan mensajes para unir y asegurar que todas las personas puedan participar y aportar para hacer una sociedad mejor, más justa, más robusta y más capaz de responder a los problemas sociales importantes. Al buscar la participación, y no la exclusión, se potencia a todos los individuos para maximizar lo que Chile puede hacer como país, y su posición en el escenario internacional.

En estos momentos, con pendientes desafíos sociales comunes e importantes, se requieren mensajes que nos hacen pensar cómo podemos sacar lo mejor de cada persona, no cómo podemos limitar lo que las personas pueden hacer. Utilizar el discurso público para fomentar la inclusión, también fomenta lo que Chile puede hacer como país para crecer y seguir avanzando con todos nuestros desafíos sociales relevantes.


 

Este artículo fue originalmente publicado en El Dínamo.

Artículos relacionados

1 de cada 4 mujeres fue víctima de violencia intrafamiliar el 2022

1 de cada 4 mujeres fue víctima de violencia intrafamiliar el 2022

Una investigación realizada con el Fondo de Género, Economía y Políticas Públicas del Instituto Milenio MIPP, entregó una panorámica general de la violencia intrafamiliar en Chile, además de importante evidencia que permite informar a la ciudadanía y a los creadores de políticas públicas en esta área.

¿Existe una relación entre desigualdad y crimen?

¿Existe una relación entre desigualdad y crimen?

Un estudio llamado “Inequality, crime and private protection” desarrollado por el académico Matteo Pazzona y el investigador del Instituto Milenio MIPP, Alejandro Corvalan, argumenta que la desigualdad no solo aumenta los estímulos para cometer delitos, sino que también aumenta los incentivos para la protección de las potenciales víctimas.