El estallido social y el confinamiento debido a la pandemia del coronavirus han provocado cambios importantes en los hábitos de los consumidores, con una mayor orientación a lo digital. Consumidores que prometieron que nunca recibirían frutas y verduras a domicilio porque necesitaban ‘ver y tocar’, ahora hacen pedidos en línea alegremente. Clientes que no les gustaba mantener efectivo descubrieron los métodos de pago móviles. Pacientes que pensaron que nunca se atenderían en línea ahora ven los beneficios de conectarse desde la comodidad de su hogar. Sin duda, estos cambios en los hábitos de los consumidores han requerido la implementación de ciertas innovaciones por parte de profesionales, emprendedores y microempresarios.
Una parte importante de la literatura ha enfatizado la necesidad de capital, tiempo y esfuerzo para el progreso de la innovación. Tener el financiamiento y el tiempo para adaptarse de manera creativa―por ejemplo, a los periodos de confinamiento―puede ser un lujo durante una crisis como la que hemos enfrentado estos años. Curiosamente, la crisis actual ha probado que ‘la necesidad’ puede hacer que la innovación prospere en condiciones adversas.
De acuerdo con los resultados de la encuesta “Impacto de la pandemia por COVID-19 en las empresas de menor tamaño”, la cual entrevistó a 2.048 clientes de los Centros de Negocios SERCOTEC, un porcentaje importante de negocios se han reformulado para poder seguir comercializando sus productos y servicios. El confinamiento y estallido social han incentivado a muchos emprendimientos a adquirir nuevas tecnologías de información y comunicación, y a implementar nuevos medios de pagos y canales de distribución.
Un 78% de los negocios encuestados adoptó el uso de internet como medio de comunicación más frecuente, el 63% las ventas online, el 50% la entrega de sus productos a domicilio, el 46% la producción y venta de sus productos desde su hogar, y el 36% la producción y venta de productos distintos a los habituales. Un porcentaje importante de estos emprendedores enfatizó que las consultorías de los Centros de Negocios SERCOTEC les ayudo a reformular sus negocios de manera de poder mitigar los efectos negativos de la crisis. De hecho, análisis econométricos de los datos indican que aquellos negocios que innovaron durante la pandemia y el estallido social fueron menos golpeados, en términos de ventas, que aquellos negocios que no fueron capaces de innovar.
Las crisis generan costos económicos importantes, pero también presentan oportunidades en las que destacan las empresas que explotan las necesidades cambiantes del mercado. Estas empresas liderarán el crecimiento futuro a través de una mayor productividad y una mayor resiliencia a crisis venideras.
Esta columna fue originalmente publicada en Radio UCHILE.