El nuevo presidente electo, Joe Biden, anunció que reincorporará a Estados Unidos al acuerdo climático de París, después que en el 2017 el presidente Trump retirara a la nación norteamericana de dicho tratado, debido a los ‘grandes’ daños económicos que involucraba. La decisión de Biden es acertada, ya que recientemente, junto a otros investigadores chilenos, demostramos que las políticas ambientales se justifican no solo por los beneficios ambientales, sino que también por los económicos, lo cual es totalmente contrario a lo argumentado hace tres años por Donald Trump.
En un artículo publicado recientemente por la revista científica Journal of Economic Dynamics and Control, explicamos los hallazgos encontrados en esta investigación. Uno de esos puntos es que las personas piensan, de forma errónea, que los beneficios económicos están solo asociados a reducción de «costos», pero no consideran los «riesgos». De hecho, las políticas ambientales pueden tener beneficios económicos en la reducción de los «riesgos» generados por cambios en los costos de generación energética.
Es necesario señalar que la generación de energía producida con combustibles fósiles es riesgosa económicamente, debido a la volatilidad de dichos combustibles. Sin embargo, la generación energética con tecnologías renovables, como por ejemplo la solar, eólica y/o hidroeléctrica, no usan combustibles, eliminando así dicho riesgo.
Se podría pensar que las energías renovables también producen riesgos por la ‘intermitencia’ de estas formas de energía, debido a los cambios en las condiciones climáticas. Si bien eso es cierto, en la publicación explicamos que cuando se usan varias de ellas simultáneamente, el riesgo de la intermitencia de generación también es reducido. Por ejemplo, no existe en nuestro país producción de energía solar después de las 18:00 hrs.; no obstante, a esa hora aumenta el viento (energía eólica) y el caudal de ríos (energía hidroeléctrica de pasada), debido al derretimiento de nieves en la Cordillera de los Andes. Asimismo, mediodía es uno de los horarios con mayor demanda eléctrica, pero a esa misma hora existe la mayor producción eléctrica con energía solar.
Esto significa que existe un efecto de «hedging» de la intermitencia entre las distintas tecnologías renovables y también con la demanda eléctrica.
Efectivamente, el presidente electo va por un buen camino en políticas ambientales, la cuales son beneficios en términos ambientales y económicos. Revisa AQUÍ el estudio.
Esta Columna fue originalmente publicada en El Mostrador.