En el 2017, se incorporó en el currículo de contenidos de primero medio la educación financiera. “Pero hasta ahora hay una escasez de material docente y los profesores necesitan un mayor perfeccionamiento en la materia”, explica el investigador del Instituto Milenio MIPP, Patricio Valenzuela quien aborda en esta artículo las razones de por qué la educación financiera es importante para el desarrollo económico.
Por Marta Apablaza R.
Mejores decisiones de ahorro, endeudamiento e inversión debiesen permitir a los chilenos aumentar su patrimonio, mejorar su calidad de vida y, finalmente, tener menores preocupaciones.
Sin embargo los resultados de la encuesta PISA 2015 y otros estudios académicos revelan que los chilenos estamos reprobando en la materia de “Educación Financiera”.
Así lo afirma Patricio Valenzuela, investigador del Instituto Milenio MIPP y académico de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, cuyas líneas de investigación en el Instituto Milenio MIPP abarcan las causas y efectos del desarrollo de los mercados financieros, como también el rol de la educación y la inclusión financiera en la sociedad.
“Si tuviésemos que poner nota a nuestro conocimiento financiero como país, diría que estamos más cerca de un 3 que de un 4”, afirma el académico.
Y explica: “Si revisamos los resultados de la prueba PISA 2015 aplicada a estudiantes de 15 años, podemos ver que Chile es el país de la OCDE peor evaluado. Estamos por sobre Brasil y Perú. Esto, no significa un consuelo pues estamos muy por debajo de otros países con un grado de desarrollo económico similar al nuestro como Rusia o Lituania”.
Los resultados del estudio indican que solo un 3% de los estudiantes chilenos cuenta con un desempeño alto en materia financiera, mientras que un 38% no cuenta con las competencias mínimas.
“En el mejor de los casos, estos alumnos pueden reconocer la diferencia entre necesidades y deseos, y tomar decisiones sencillas sobre el gasto diario”, sentencia el investigador.
Según el académico el grado de alfabetización financiera de la población de nuestro país es bajo. Las cifras son elocuentes: sólo un 6% de la población es capaz de responder correctamente a preguntas sobre riesgo financiero, ahorro e inversión, siendo los más afectados por esta situación mujeres, jóvenes y adultos mayores con menores niveles de educación e ingresos. “Los resultados son preocupantes porque la desigualdad en la educación financiera finalmente termina contribuyendo a la desigualdad de los ingresos y de la riqueza”, señala Valenzuela.
Antes este escenario, cabe preguntarse: ¿Por qué la educación financiera debe ser un tema país?
El investigador del Instituto Milenio MIPP sostiene que durante la última década, los mercados financieros domésticos en Chile se han desarrollado aceleradamente. Situación que implica un mayor acceso a productos financieros. “Lo que es una buena noticia”, indica el economista. Y agrega algunos datos: Entre el 2014 y el 2017 el porcentaje de los hogares que tiene algún tipo de activo financiero aumentó de 26% a 34%. Asimismo, el porcentaje de hogares que tiene una tarjeta bancaria aumentó de 28% a 36%.
Otro ejemplo claro de inclusión financiera en Chile, menciona el investigador, son las cajas vecinas que aumentaron de 1.000 a 22.000 en la década 2007-2017. Asimismo los titulares de cuentas RUT del Banco Estado han aumentado, en el mismo periodo, desde 600 mil a más de 10 millones.
“En los últimos años los hogares chilenos han logrado tener acceso a un set amplio de activos y servicios financieros. Sin embargo, la mayoría de las personas no saben cómo utilizar estos servicios correctamente. Por lo tanto, la mayor inclusión financiera debe necesariamente ir de la mano con educación financiera”, enfatiza el investigador.
Desigualdad en la educación financiera
La Carga Anual Equivalente (CAE), es una innovación financiera que entrega información detallada sobre los intereses a quienes cotizan créditos. Sin embargo, existen diversos estudios que muestran que los beneficiados de la puesta en marcha de la CAE, pertenece al 40% de la población que tiene mayor educación financiera en Chile. “Es decir, el grado de alfabetización financiera es el principal factor que permite a los consumidores obtener beneficios de este tipo de innovaciones y regulaciones financieras”, indica Valenzuela.
“Esta desigualdad en la educación financiera podría estar contribuyendo o exacerbando la desigualdad que vemos en la distribución de la riqueza en Chile”, agrega.
Según el investigador, la educación financiera es clave en un momento donde la carga financiera para muchos hogares en Chile está a punto de sobrepasar los límites aceptables. “Instituciones como SERNAC y SBIF sugieren que los hogares no debieran destinar más del 25% de su ingreso disponible para pagar deudas todos los meses. La última encuesta Financiera de Hogares del Banco Central de Chile indica que actualmente un hogar mediano en Chile destina 25% de su ingreso disponible para pagar deudas todos los meses. Esto es preocupante, ya que este valor viene en aumento”.
Educación financiera en los colegios
Ante este contexto, existen algunas iniciativas gubernamentales que buscan reducir el endeudamiento. Por ejemplo, desde el 2012 que se puso en marcha una iniciativa para incorporar la educación financiera en los colegios. Y desde el 2017 se incorporó la educación financiera como contenido en el currículo de contenidos de primero medio.
“Pero hasta ahora hay poco material docente y los profesores necesitan más herramientas que le permitan transmitir de manera efectiva y entretenida estos conocimientos a sus estudiantes”, explica el académico.
“En este sentido, el Instituto Milenio MIPP, junto al Banco Central de Chile, creó «La Ciudad de la Oportunidades». Este es un curso en línea de educación económica y financiera destinado a profesores de enseñanza media. Actualmente, en la primera versión del curso, se está capacitando a más de 500 profesores a lo largo de todo Chile”.
El académico agrega una idea fundamental: “Las finanzas son una espada de doble filo. Si las utilizamos correctamente podemos ampliar nuestro patrimonio y avanzar en nuestra vida creándose mayores y mejores oportunidades económicas”.
“Sin embargo, si utilizamos las finanzas de manera irresponsable, nos podemos herir a nosotros mismos y tener grandes preocupaciones”, finaliza.
*Esta nota está basada en la entrevista de Patricio Valenzuela en Mirada Económica de TVN.