El miércoles 10 de mayo el Instituto Milenio MIPP organizó un seminario relacionado al proyecto de ley que fue promulgado el pasado 1 de mayo y que su entrada en vigor será gradual, con un plazo máximo de cinco años para que las empresas apliquen la nueva jornada laboral.
El pasado 12 de abril la Cámara de Diputados aprobó la ley de 40 horas, luego de seis años de discusión, y el 1 de mayo fue promulgada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, dando paso al proceso gradual de implementación de la nueva jornada laboral en el país. En esta línea, las empresas tendrán un plazo máximo de hasta cinco años para aplicar la ley, con los trabajadores pasando de una jornada de 45 a 44 horas el primer año de vigencia, 42 al tercer año y 40 al quinto, pero las firmas pueden anticiparse y aplicar la nueva jornada de forma inmediata.
En este contexto, el miércoles 10 de mayo el Instituto Milenio para las Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas (MIPP) y el Núcleo Milenio LM2C2 realizaron el seminario “Reducción de la Jornada Laboral: Evidencias y Desafíos para su Implementación”. El evento se realizó en Beauchef 851, pero también se transmitió vía Zoom.
El seminario contó con la participación de Benjamín Villena, académico de la Universidad Andrés Bello e investigador Instituto Milenio MIPP y del Núcleo Milenio LM2C2; Giorgio Boccardo, subsecretario del Trabajo; Patricia Roa, oficial de Programación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); y Raphael Bergoeing, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP).
Benjamín Villena, investigador del Instituto Milenio MIPP y coautor de un estudio que analizó el impacto de la reducción en la jornada laboral de 48 a 45 horas en Chile implementada en 2005, afirma que “se debe tener en cuenta que la tecnología seguirá facilitando el modelo de trabajo desde el hogar, lo que se ha transformado en un factor competitivo para las empresas. El mercado laboral se amplió, hoy una empresa puede contratar teletrabajadores literalmente en todo el mundo, hay menores costos de espacio físico y además eso puede llevar a ganancias de productividad. Esto a mi juicio va a traer una mayor demanda por flexibilidad de las personas y empresas, entonces su introducción en la jornada laboral, con una jornada de referencia de 40 horas, me parece una señal positiva y a lo mejor se puede avanzar más en esa dirección”.
Giorgio Boccardo, subsecretario del Trabajo, señala que “es un proyecto de ley que incorporó varios elementos que van a permitir no solamente reducir la jornada, sino que también adaptarse a distintas realidades empresariales. Hoy la distribución de jornada se podrá hacer entre 4 y 6 días, no solamente entre 5 y 6 días como decía la ley anterior. Esto va a significar más herramientas para que las personas puedan adaptar sus formas de vida y trabajo para la jornada laboral, que además es una jornada que se está evaluando en muchos países con bastantes buenos resultados en términos de satisfacción laboral y productividad, y vamos a tener que ver como funciona en Chile”.
Raphael Bergoeing, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) destacó la importancia de evaluar el impacto de la nueva ley y explicó que “en Chile hacemos poco o nada de evaluación de regulaciones y políticas, lo que es bien sorprendente porque es cómo podemos aprender de los errores pasados. Pero no solo eso, encontrarse con que ese impacto negativo existe y que uno puede hacer políticas complementarias para mitigar los costos que se están generando o para optimizar, rediseñar y volver a empezar. (…) Tenemos que evaluar lo que pasa con estas reformas, si lo hacemos va a ser una preciosa oportunidad para empezar a sistematizar”.
Patricia Roa, oficial de Programación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifestó que “a nosotros nos parece muy importante que haya habido un acuerdo en un debate democrático que se expresa en una ley y lo más importante es que ésta abre un espacio de diálogo y negociación con las organizaciones sindicales y sus empleadores. Las empresas necesitan tener un esquema de trabajo favorable para incrementar su productividad, pero esa forma de organizarse tiene que ser dialogada y acordada con las organizaciones sindicales que también por supuesto buscan el mismo bienestar”.
El seminario contó con la participación de más de 20 personas de manera presencial y unas 90 vía Zoom, quienes tuvieron la posibilidad de realizar preguntas a los panelistas. Si no pudiste ver el seminario, lo puedes encontrar en nuestro canal de YouTube aquí:
MIPP Chile 2024