Esta temática se ha transformado en un factor esencial para impulsar la anhelada equidad de género en todo el mundo. Dos académicas analizan las diferencias que existen en educación financiera y plantean sus propuestas, con el fin de mejorar la comprensión de las mujeres sobre conceptos clave para que puedan tomar cada vez mejores decisiones en este plano, que tiene un impacto directo en su calidad de vida.
De acuerdo con la evidencia entregada por la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2020 (Casen), el 49,9% de los hogares son liderados por mujeres. Un dato clave a juicio de la investigadora y académica, quien sostiene que la educación financiera tiene un impacto directo en las decisiones de los hogares en este ámbito, además de su bienestar económico y las consecuencias que ello puede generar en la salud mental de los integrantes del grupo familiar.
Con relación a esto, el Diario Financiero entrevistó a Andrea Canales, investigadora del Instituto Milenio MIPP y académica de la Universidad de O’Higgins.
Una de las herramientas que tenemos a disposición para desarrollar un diagnóstico es analizar los resultados de la prueba PISA de educación financiera. La última información con la que contamos corresponde al año 2018 y allí podemos observar que, en promedio, los hombres registran un puntaje mayor que las mujeres a nivel internacional. Y al revisar los datos de nuestro país no hay excepción.
En primer lugar, a nivel institucional es fundamental aplicar una estrategia de educación financiera que se desarrolle de manera activa y con especial foco en las mujeres. Esto se traduce en la implementación de un programa de trabajo que se esté evaluando de manera continua y retroalimentando a sí mismo, según las recomendaciones que entrega la misma OCDE.
Es importante resaltar que existen muchas instituciones que se encuentran impulsando acciones en este sentido, tales como el Banco Central; el Servicio Nacional del Consumidor; la Comisión para el Mercado Financiero; el Instituto Milenio para la Investigación de Imperfecciones de Mercado y Políticas Públicas; la Universidad de Chile; la Universidad de O’Higgins; y la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, entre otras.
A nivel individual es tremendamente relevante que nuestras mujeres comiencen a edad temprana a desarrollar buenos hábitos financieros. Según un estudio del Centro de Políticas Públicas del año 2018, las jóvenes tienen menos poder de decisión a la hora de administrar sus presupuestos, manejan menos capital y tienen más bajas posibilidades de generar su propio dinero. Es clave que las prácticas positivas se enseñen y potencien en los colegios.
Esta nota fue originalmente publicada en el Diario Financiero
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